«No hay más que introducir los utensilios sanitarios y ya está. Rápido y a otra cosa». Así describe Claudia Ganz el proceso de tratamiento de los utensilios sanitarios en los nuevos dispositivos MEIKO TopLine M2.
Antes se requerían bastantes más operaciones manuales: abrir la puerta del dispositivo con la mano limpia. Equilibrar hábilmente con la otra mano la cuña llena antes de introducirla en el dispositivo. Cerrar la puerta del dispositivo. Buscar, seleccionar y arrancar el programa correcto. Y después salir corriendo a donde se te necesita.
Hoy, basta con una simple acción, echar un vistazo de control y aquí acaba para la persona el trabajo en el cuarto séptico. Del resto se ocupa la MEIKO TopLine M2.
MANEJO SIN CONTACTO
Todo esto es posible gracias a una auténtica novedad en el mercado: la detección de carga de MEIKO. El sistema de asistencia propone el programa adecuado para los utensilios sanitarios introducidos e inicia el programa automáticamente tras unos pocos segundos. En combinación con la apertura y cierre automático de la puerta con sensor de mano o interruptor de pie (en función de la variante) se suprime también la operación manual de apertura y cierre del dispositivo.
«Mantener las cosas lo más sencillas posible para ganar más tiempo para el trabajo real me parece un enfoque importante en la tecnología de nuestra área», comenta Claudia Ganz. Y esta fue también una de las ideas detrás del nuevo desarrollo. «¡Para que el personal sanitario pueda hacer su trabajo y no tenga que ocuparse del manejo de las máquinas!»

TRABAJO EFICIENTE
Otra innovación es el nuevo concepto de manejo. ¿Ha finalizado ya el programa? ¿Funciona todo sin problemas? Los nuevos dispositivos MEIKO TopLine M2 comunican todo esto mediante indicadores de estado, barras de progreso y elementos luminosos de colores. Azul significa «Listo para funcionar», verde «Lavando», rojo «Mensaje importante».
«Así puedo ver, sin dejar de caminar por el pasillo, si la máquina sigue parpadeando en verde y tengo aún tiempo para un paciente, o si ya se puede vaciar la máquina», explica Nadine Heizmann, enfermera de la clínica BDH de Elzach.

LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN HIGIÉNICAS
Estas son algunas de las ventajas que Claudia Ganz encontraba en el nuevo modelo desde el punto de vista del cuidado de los pacientes. Pero ella también es una higienista de pies a cabeza, por lo que también el rendimiento de limpieza tenía que ser convincente. Y esto en todos los aspectos.
La Clínica BDH de Elzach está especializada en rehabilitación neurológica y rehabilitación neurológica temprana. Esto significa muchos pacientes dependientes. Y también una gran cantidad de lavamanos, botellas de orina, cuñas y cubetas arriñonadas que se deben limpiar y desinfectar tras el uso. «Aquí tenemos máquinas que afrontan fácilmente 15 000 cargas al año. Como mínimo».
Una cámara de lavado de nuevo diseño con brazo de lavado en la parte superior y boquillas orientadas perfectamente con mayor presión de lavado garantizan que la nueva MEIKO TopLine M2 ofrezca una limpieza higiénica interior y exterior. Además, el valor A0 se puede ajustar flexiblemente y aumentar hasta 12.000, con lo que la Clínica BDH está perfectamente preparada para el futuro.